Me he tomado hoy unos minutos para hablar del proceso creativo de la Camiseta Studio Ghibli El Castillo Ambulante Howl, que, quizá es una de las pinturas a las que más aprecio tengo, junto a Calcifer, también del mismo titulo.
No soy un buen pintor, ni un artista completo, pero cuando algo me gusta, y el ácrilico me encanta, intento desarrollarme siempre que tengo tiempo libre. Con esta pintura no pretendía hacer nada, más allá de un cuadrito para pasar la tarde junto a mi compañera, quien me inspira y me relaja cómo para fluir pintando durante horas.
Este día fuimos los dos quienes decidimos que sería una buena oportunidad de día libre para practicar. Ella utilizó una pintura que tenía a medias para avanzarla, mientras que yo decidí empezar de cero una nueva.
No se porqué pero me encanta hacer personajes de Studio Ghibli, Miyazaki y si equipo creo que generaron un imaginario brutal, donde se presentan personajes, música, colores, que, pareciendo simples, guardan magia. Howl, a quien llevo tatuado en la pierna tanto en su versión rubia, cómo con el pelo tintado moreno, es quizá, mi personaje favorito, y no podía faltar.
Empecé pensando que lo haría en colores pastel, y di una base aguada de ácrilico lila para las sombras, color que funciona muy bien con la piel cuando se combina con el anaranjado rosado. Y unos tonos ocres para las partes más ocuras del pelo.
Si bien cuando acabé quedé muy conforme, no soy muy bueno digitalizando pinturas, pero no es problema porque gracias a herramientas cómo Procreate podemos dejar un resultado pulcro y transparente en las areas que necesitas, dado que, finalmente, creí qué sería una buena opción de merchandise cómo camiseta de Studio Ghibli.